CUPRA abre un nuevo capítulo en su portafolio local con la llegada del CUPRA Terramar, su primer modelo con tecnología híbrida ligera. Se trata de un SUV mediano que no apuesta por cifras desorbitadas, sino por equilibrio: diseño bien resuelto, interior centrado en quien maneja y una mecánica pensada para optimizar consumos sin perder respuesta.
En el papel, acelera de 0 a 100 km/h en 9,3 segundos, alcanza 205 km/h y rinde hasta 19,6 km/l en carretera. Números que lo ubican dentro del rango de lo eficiente, sin renunciar a cierta agilidad.
CUPRA Terramar y su motor: Eficiencia ante todo
Bajo el capó, el Terramar monta un bloque 1.5 TSI de 150 hp, asistido por un sistema mild hybrid de 48 voltios.
Este sistema permite funciones como avance con el motor apagado, recuperación de energía en frenadas y una pequeña ayuda eléctrica al motor térmico en momentos puntuales.
Todo está gestionado por una caja DSG de siete velocidades y se ofrece, por ahora, solo con tracción delantera. No hay modos deportivos ni tracción integral, porque no es ese el foco.
Lo que propone CUPRA con este modelo es otra cosa: una puerta de entrada a su catálogo, con un motor probado, tecnología eficiente y un enfoque más racional.
Visualmente CUPRA
Más allá del tren motriz, lo que define al CUPRA Terramar es su postura. La marca no buscó hacer un SUV más, y eso se nota desde el primer vistazo.
Mide 4,51 metros de largo, 1,86 de ancho y 1,58 de alto, y en esas proporciones se concentra un lenguaje visual que ya veníamos viendo en modelos como el Formentor, pero que aquí da un paso más.
La parrilla baja, el capó largo, la firma lumínica en forma de triángulo y el logo iluminado en la zaga arman una silueta que llama la atención sin necesidad de exagerar.
Llantas de 19 o 20 pulgadas, colores mate como el Bronce Century y el Gris Enceladus, y un difusor trasero bien integrado terminan de armar una estética que se siente sólida y con actitud.
Interior: Todo gira en torno al volante
Por dentro, el CUPRA Terramar sigue esa misma línea. El puesto de conducción es el eje: volante CUPRA con botones satelitales, asientos tipo bucket, consola central elevada y materiales que combinan Dinamica o cuero con detalles en cobre.
Todo está orientado al conductor, pero sin perder funcionalidad para los demás ocupantes. El clúster digital de 10,25” y la pantalla central de 12,9” están bien ubicados, sin estridencias. En la versión High, se suma head-up display proyectado directamente al parabrisas, algo poco común en este rango de precios.
No hay promesas de futurismo ni tecnología que abrume. Todo lo que trae tiene sentido: luz ambiental, apoyos acolchados para las piernas, cargador inalámbrico, sensores delanteros y traseros, y conectividad Full Link inalámbrica desde la versión base.
No busca sorprender con grandes alardes tecnológicos, pero cada elemento cumple su función y aporta a una experiencia coherente, bien armada y sin excesos.
CUPRA Terramar: seguridad sin adornos
El apartado de seguridad está bien cubierto. Siete airbags de serie —incluido uno central delantero—, control crucero adaptativo con función predictiva, alerta de tráfico cruzado, detector de punto ciego y freno autónomo de emergencia con detección de peatones y ciclistas.
La frenada queda a cargo de discos ventilados adelante y sólidos atrás, con asistencia eléctrica para una mejor gestión del sistema. No hay un paquete ADAS exagerado, pero lo que ofrece cubre lo necesario para el día a día.
Dos versiones para partir
Por ahora, el modelo se ofrece en dos versiones: CUPRA Terramar y CUPRA Terramar High. Ambas comparten mecánica, pero se diferencian en detalles de equipamiento y terminaciones.
La versión High suma el sistema de audio Sennheiser, el head-up display y el tapiz en cuero.
Los precios parten en $38.990.000 y llegan hasta los $41.990.000.